Se editan nuevos aromas,
brotan del corazón
y consiguen alcanzar la razón.
Al fin sales de casa
y ves vida,
observas la luz, la palpas...
Se huele en el viento,
suave...
que mece a las margaritas madrugadoras.
Paseas, ves, sientes,
consigues salir del letargo
¡que frío te tuvo el invierno!
Y también vuelve,
¿por qué no?
el amarillo refrescante.
Un color que salpica,
que une, que marea
y que a la sangre endulza.
Ya viene,
nuestra más ansiada Prima,
¿dónde estabas?
lunes, 28 de febrero de 2011
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